La grasa acumulada en la piel y en su pelaje, es una de las principales causas del «hedor canino», aunque no se puede descartar la producida por «enfermedades dermatológicas y endocrinas«, causando fuertes trastornos en el cuerpo del perro y provocando el mal olor.
Hay que analizar primeramente el estado de las «glándulas adanales» que son unas pequeñas bolsas situadas al lado del ano que almacenan y expulsan la excreción producida por dicho tejido y si el líquido no es eliminado de manera natural, debido a una «parcial o total obstrucción«, nuestro perro comenzará a desprender «mal olor», inflamándose e irritando la zona, produciéndole dolor y siendo el veterinario quien evalúe el tratamiento o si hay que usar la cirugía, aunque las «flatulencias«, originadas principalmente por los «trastornos alimenticios o gastroenteritis», también generan olores molestos.
Es también habitual que al bañar al perro, se usen «champús para humanos», practicando irritaciones severas y modificando el pH, por lo que la solución está en darle una «alimentación balanceada«, usar productos de aseo específicos para la mascota y el cepillado diario del perro.
Según «referencias científicas«, la mezcla del champú canino mezclado con vinagre de manzana, aplicándolo sobre su piel, puede ayudar a eliminar los malos olores y no nos olvidemos de secar al perro inmediatamente después de bañarlo, para evitar que se acumulen bacterias propias de los ambientes húmedos en su pelaje.