Este olvidado elemento en los hogares, no siempre presenta un aspecto inmejorable.
Dedica un rato, cada cierto tiempo a mantenerlos limpios y libres de polvo.
Para ello, pasa un pincel por su superficie y lograrás eliminar el polvo, que acaba acumulándose en las zonas hundidas.
Ahora, pasa un algodoncito, ligeramente humedecido en agua y con una gota de lavavajillas.
Luego seca y…. ¡ Ya está !.