Cara al verano, sobre todo, nos gusta airearnos, una forma es con la bicicleta, pero el resto del año, sin hacerle caso, altera su funcionamiento y da más de un problema…, pero hay uno, muy particular.
Si hace tiempo que no usa su bicicleta y descubre que tiene oxidada la cadena, frótela con un trapo mojado en refresco de cola.
Luego, engrásela y habrá resuelto el problema.